Mitos sobre la donación de sangre
Antes de donar se comprueba que el donante tenga un buen nivel de hemoglobina que le permita donar y no resultar perjudicado. Además, la cantidad de sangre que se extrae en las donaciones (450 ml) no afecta a la fortaleza del donante. Tras la donación se recomienda hidratarse bien para retomar las actividades cotidianas sin problemas.
Falso. Todo el material empleado en la donación de sangre es completamente estéril y desechable. Es un proceso seguro, no se puede contraer ninguna enfermedad en la donación.
Falso. En la donación se extraen uno 450 ml de sangre, esta cantidad no provoca ningún tipo de cambio.
En muchos casos los medicamentos son compatibles con la donación: analgésicos, antiinflamatorios, medicamentos para la tensión, antihistamínico, tratamientos hormonales, ansiolíticos, etc. Por lo general, tomar estos medicamentos no impiden poder donar. Siempre que haya alguna duda, esta podrá ser resuelta por el personal sanitario de la unidad de donación.
Esto no es así. En caso de que la donante se encuentre bien, puede acudir a donar sin problema.
El material con el que se realiza la extracción está hecho para causar el menor daño posible al donante en el pinchazo inicial. Durante la donación, el donante no deberá tener ningún dolor.
Al contrario. Se recomienda que el donante haya bebido 500 ml de agua media hora antes de la extracción y haya comido previamente algún alimento sólido, lo mejor es que sea algo sano evitando grasas y lácteos antes de donar.
Es recomendable llevar un estilo de vida lo más saludable posible, pero esta condición aisladamente no impide la donación de sangre.
Hoy en día muchas personas controlan su tensión arterial con medicación. En caso de que se goce de un buen estado de salud y durante la entrevista médica se tenga una cifra de tensión normal, podrá realizar la donación de sangre.
Es falso, pueden donar pasados 4 meses de su realización.
No, la sangre es necesaria de manera diaria para determinados pacientes como los que se encuentran en tratamientos oncológicos o tienen alguna enfermedad de la sangre, también se necesita para pacientes que van a ser operados o para mujeres que tengan partos complicados o cesáreas. Aparte de estas necesidades cotidianas, se debe contar con un stock suficiente de sangre que permita asistir a los pacientes en caso de urgencias u otros imprevistos.
La donación de sangre es un acto voluntario y altruista, por ello estaremos encantados de que seas un donante habitual pero en caso de que no quieras volver a donar, estás en tu derecho de decidirlo así. Los hombres pueden donar hasta 4 veces en un año, y las mujeres hasta 3 (dejando un periodo de 2 meses entre una donación y otra).